Aunque tus labios sean negros.
Aunque tu hocico apeste.
Aunque tus ojos sean pelotas,
Y tu nariz un húmedo exhalar
Aunque no me conozcas y me ladres.
Aunque me lamas y me asquees.
Aunque pise tus gracias a cada rato,
Y si te grito te ofendes.
Porque no me entiendes,
Pero me comprendes.
Porque tienes una pata izquierda muy bonita,
Y un oido demasiado torpe.
Porque tu piel se ha puesto enfermita.
Porque quieres aprender mi lengua.
Porque no sabes leerme,
Pero lo intentas.
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