30.12.06

Inventario

Dicen que es bueno cerrar ciclos, que no vale aferrarse a lo que de antemano era una mentira, por más vivos que nos hayan hecho sentir, de mentiras no se vive.
Creo que todos tenemos por costumbre, cuando una relacion acaba, el dividir las cosas que antes eran de ambos. Es decir, estos ratos de ocio por aquí, estos besos lujuriosos para mi, esas lágrimas por allá, un tanto de indiferencia en aquel rincón, etc.

Hoy creo que es un buen día, Ángel, para que hagamos un inventario de lo que le toca a cada quien. Espero no te importe, pero creo que me estoy quedando con cosas que no vas a extrañar y que son indispensables (sin embargo) para que pueda alejarme de una vez por todas.

Quiero quedarme los dos besos de cada noche (uno en la boca, y otro en la frente), la botella de mezcal (esa que hizo que dijeras "Te amo"), tu olor a libro guardado, la risa nerviosa, una noche en "El Parque del Violín" (con la fuente incluida), el beso con sabor a cerveza/culpa, tu nariz perfilada hacia el desquicio, tus manos (porque ahora, con ella, de seguro que usas otras... otras que no destruyen, tal vez), el 26 de diciembre (aunque embriague y apendeje), la psicopatía compartida, la mordida que te regalé, el miembro con el que no me penetraste, el hijo que no tuvimos, la casa en que no vivimos y todas las palabras que no nos dijimos.

Así, te dejo a ti, la farsa de tu concubinato, la neurosis de tu mujer, el dinero que en tí dejé botado (puto barato), el llanto de junio, el anexo en que la conociste, la cocaina que comparten, la piel que se les irá arrugando junto con el amor que dicen profesarse, la traición, un "te amo" insipido y acostumbrado, la soledad (esa que sientes cuando vez que tu mujer no es la mitad de lo que tu creias que era), los reclamos estúpidos, tu intento de dominarme, tus insultos, la hora en que me abandonaste, las cicatrices de mis piernas, la intolerancia de tus amigos, el dolor de cada letra que te dedico, las horas de dolor que te he envuelto con mis lágrimas y la resignación de lo perdido.

En caso de que llegaras a rechazar la oferta, hemos convenido (El jurídico y yo) en darte una indemnización por las molestias y agravios que se llegaran a presentar:

Eres libre totalmente de quedarte con el recuerdo (magullante) de que- alguna vez, en algún momento y en algún lugar- hubo alguien que te amó.

27.12.06

Tengo:

Unas alas maltrechas, ganas de morderte las comisuras, lágrimas que hacen el amor con las hebras de mi falda, un libro de Sabines, una fantasía lujuriosa, un dildo roto, las uñas mordidas, un aniversario de lo infalible, tu ausencia sobre el pecho, tus atrozidades en el cuerpo y la cicatriz de tus colmillos en el cuello.

"Y ahora estás en mi lista de promesas a olvidar"