6.10.05

Embriagada en el placer extenso que solo el sexo provee, cerré los ojos. Me enfoqué en sentir la cadencia de dos cuerpos extraños, el sudor que empapaba su piel, el exhalar caliente que desembocaba en su nariz. Me recosté sobre su pecho para escuchar el arrítmico sonar de mil trompetas doradas, para ser apuñalada por el corazón invertebrado de sus entrañas, en medio de una danza de ir y venir de endorfinas.
Asesiné mi frío con sus pieles quebradas y enterré mis cabellos, como infinitesimales agujas, en sus costillas hambrientas; la cama, sonrojado testigo de aniquilación, ofrecía el marco teórico exacto, callaba cada secreto nocturno de estas almas apaciguadas; callábanlo también las paredes, que miraban con desdén célibe la entrega carnal de dos cadáveres en vida.
La pasión se desbordaba exhausta, caminando entre nuestras piernas, dejándonos sexo en la sangre. Del suelo ascendía un rumor de flores carnivoras que amenazaban con perforarnos el alma.
-¿Me amas?- pregunté
-Más que a mi propia vida.

Ese dia decidí asesinarle.

5.10.05

Gata Negra- Ignea

Yo ví a la gata negra
que baila sobre mi tejado
sale cada vez que el sol
se encuentra desconectado
Se desliza bajo la sonrisa de la luna
y huele a calendula en brama cuando camina
cuando camina

Se come las espinas
del árbol de las mentiras
se aferra al tajo de tierra
que la mantiene viva
Cuando atraviesa mi cortina veo su alma fría
corriendo por mis venas, salvando mis agonías
mis agonías

Los perros van ladrar
lo que digan me da igual
la gata que viene y va
no pierde el tiempo... ve a las piedras rodar

No supe que existía
hasta verla en el sonido
corriendo bajo mi colchón
encima de mis sentidos
Cada vez que mi mente divaga en otros mundos
la encuentro siempre echada detrás de los cielos mudos
los cielos mudos

Los perros van ladrar
lo que digan me da igual
la gata que viene y va
no pierde el tiempo... ve a las piedras rodar
Los poetas plásticos se han sentado en su trono de mierda alabatoria. Plagios a diestra y siniestra premiados con alegorías y espinas. Oda a la señora Harapo de Pseudointelecto, mis más sinceras conmiseraciones a esa mujer de grandeza infrahumana, la mas grande mierda del planeta a usted, señora carroñera barata.
Sigue mezclandote entre la inmundicia y bañandote en una pecera pequeña, piraña de pantano. Tu intento de hipocresía ya me hastió, tu pretensión me enferma.
Hermosa, esto de la cizaña, sí que es tu campo, y ese vestido remendado de ensalzamiento va contigo, resalta los huecos de tus ojos. Ponte los pendientes de estupidez, y quítate esos de fantasía. Yo prometo dedicarte mi más humilde reverencia al verte arrastrar por la alfombra roja.
P.D.: Engrápate la mejor de tus sonrisas, esa que sacas solo para ocasiones especiales, muchos ciegos querrán admirarla desde todos los angulos.
Hoy es una de tantas veces en las que el dia transcurre como una pelicula muda, todo en escenas chuscas e incongruentes que son explicadas en grafías de algun otro idioma muerto.
Las luces de la calle juegan con las voces y entre ellas se escapa un suspiro de la niña resucitada de ilusión.
Mi problema es pensar mucho, dijo violeta desde el espejo desdeñado y empolvado, desde entonces me receto fármacos a diestra y siniestra para estar idiotizada como el resto de la gente; para maquillar ese "Yo" aburrido de las 6 de la mañana.
Dicen que hay tiempos para odiarme, solo por ser lunes a las 10:38, o un domingo cualquiera para variarle tantito (agregado a mi carencia de estrés); que el que uno no diga "TE AMO" no significa que no se sienta. Pero algo tan hermoso como el odio no puede ser acallado, sería mejor desangrarnos la lengua sobre una cuerda podrida y quemarla en alcohol con besos y caricias.
El letargo termina por hastiarme. Y... ¿Ahora qué? ¿Comprimidos de resignacion? ¿Inyecciones de desidia?. No hay más vida de la que no existe, no hay mas inexistencia que la que se vive.
Y vamos, una cosa es ser depresiva... pero... la gripe: ¡Esas son jodiendas!