15.12.08

AMOUR DU CHATS


Solo los gatos fueron hechos para el amor- dijo Diana con soberbia desde su cama, mientras lamía el dorso de su pata derecha- ¿Acaso has visto que el humano se pueda defender de él?
... Y saca presumida sus garras afiladas. Bosteza y regresa a su sueño.
AMOUR DU CHATS

Diana no quiere creer en el amor, su condición minina la obliga. Dice que el amor es cosa exclusiva de gatos, y yo le creo; el amor vive en los tejados, de noche, cuando sólo la luna es el testigo ocular de sus fechorías, cuando el ronquido reina en el aire y las libélulas se pasean libres.
El amor es un gato de maullido tierno y garras afiladas, de comportamiento traicionero y coqueto andar.
Diana sabe del amor todo lo que sabe un gato: El amor es sólo para aquellos capaces de escalar muy alto y, aun así, caer de pie.
El amor es un miau que se esconde en el algodón de azúcar que vuela por el aire.

6.12.08

Absurda, aberrante,
Histérica y violenta.
Cuélgame al cuello
Todos los adjetivos que quieras…

Llámame loca,
Vaga, triste,
Putilla

Dime impaciente
Inhumana, letal,
Putrefacta e indecisa.

Adjudicame la indecencia
Avocame la tirania…
Pero jamás la estupidez.

Estúpida...
                solo tu ausencia

5.12.08

Él se va para siempre. Así lo dictamina la noche que huele a fracaso, así lo dictaminaron las lágrimas de desesperación que salieron de los ojos de Alba. Ese ha sido el veredicto de esta soledad que se impregna en los sillones mientras la sala se inunda de miedo.

Alba no suele enfermarse, pero cuando ocurre, lo hace de gravedad. Y su corazón late, enfermo, acongojado en su pecho que enardece en el candor que le explota desde dentro. Su corazón enfermó, enfermó de gravedad al ver al joven de los cabellos de rizo partir. Enfermó al ver su silueta lejana devorada por el sonido vago del adiós. Enfermó al sentir su nombre cada vez mas apagado en el cenicero yerto de su alma. Y enfermó, se dejó enfermar. La enfermedad mortífera del desamor le ha infectado el miocardio y se come cada uno de sus tejidos.

Alba quiere pelear. Está decidida a pelear por lo que quiere (si es que sabe lo que quiere). Y esta noche, cada piedra/día le ha caído en el pecho y le pesa, y le arde, y le duele amargamente. Esta noche no va a cerrar los ojos, ni vera en sus adentros, porque todo se le pudre, todo se le está muriendo. Y así, con sus vísceras agónicas, Alba suelta el suspiro que le ha de lastimar el alma, para nunca dejarla cicatrizar.

Alba despierta (para darse cuenta que nunca estuvo dormida)

19.11.08

La tristeza se vuelca en penas
y amenaza con tragarme.
Ese horrible monstruo de tres cabezas
se come mis ansias de ti
que desembocan en el beso
que hago con mis labios.

Mas alla, en el muelle donde fallece la tarde,
un ave volo para dejarse morir en altamar.
El pescador atrapo un pez que,
convertido en ave
se vistio de atardecer

17.11.08

El muchacho de rizos

parece dormir

sin percatarse que

la golondrina se disloca

fuera de su ventana

12.11.08

Dejóse morir
la pequeña golondrina
en el frío cauce del río...
Camino mas certero
a la mar


Alguna vez (golondrina y mar) dijeron llamarse Gabriela

Sin Titulo #2

Necesito un silencio
Para guardar el silencio
Que vive en medio del tic
Y el tac del reloj

Necesito un alféizar
Donde sentar
mis esperanzas cansadas

Necesito una golondrina
Que me enseñe
A cantarle, sin miedo
A todas nuestras muertes

Necesito un despertador
Que me indique, con exactitud
Las horas de calma

Necesito tiempo
Todo el tiempo del mundo
Para cansarme
Para ya no esperarte
A él… porque no quiso
atarme entre sus rizos


I
¿A donde fuiste, claro de luna?
¿A donde fuiste dejándome tan cerca de la locura
Y tan lejos de la risa?

Te fuiste con el rumbo de las aves
Te fuiste con el verano en busca de calor
Te fuiste con los espasmos acongojados de mi corazón

Tu ya estas allá, alejado de mi amor
Amor, alejado de mi, tu estas
Y tu amor, lejos, lejos se va

Que espere…
Que me siente, que fume y espere
La hora deshilachada de tu regreso

Y yo que no se esperar
Y yo que no se de la espera abnegada
de la espera apesadumbrada
De la espera, de la partida
De la espera que parte y se retira

Te fuiste, amor,
Sin postales,
Sin dioses ni adioses

Y sigues, sigues yéndote cada noche
Muriendo más dentro de mí cada noche.
Cada noche más profunda, mas amarga,
más muerte, la muerte que de ti parte
Para venir a morir en mí.

Y el río de los recuerdos se desborda,
Se desborda irremediablemente…


Y en tus pupilas los cristales tiemblan

II

Detrás de ti, el caos
Me muerde alevoso
Detrás de ti, el dolor
Que no resisto

Dejas tu estola, cometa saturnino
Tu estola saturnina de dolor
Tus dolores articulados se quedan
Y cristalizan el pánico

Mañana, será otro día
Con otro dolor
Con otra jaula
Con otra herida

Y escuchas, y observas y miras
Y callas, y duermes y te vas
Y olvidas tu estola saturnina


III

Calla niña,
Calla el eco de la tristeza
Calla niña y cierra los ojos
Acostúmbralos a la visión onírica
Duerme, niña, y sueña el sonido de la azucena
Escala, pequeña mía, la escalera de la resignación
Para que, cuando el vuelva, y quiera arrebatarte la locura, entienda
Que locura ya eres tu


IV

Un vertigo, como otros
Te llama, amada aborrecida
Y tu caes
En ese vértigo
El vértigo


V
En la silla me desmayo
Desfallezco en sopor
A la espera, en deriva
Meditante. Soy la muchacha
Una de tantas,
que te espera con un abanico.

Y tú afuera, y las cometas
Tú corres y silvas en el nombre de la nada
Y tú no esperas, osado,
No esperas nada.

Sigo desmayándome,
Desfalleciéndote, a ti
A tu recuerdo, a tus cometas
Y a tu nada.

VI
Tú y yo el secreto
En la boca mutilada del incierto
Me callas, me miras, me arrastras

En tu boca se teje el sueño
Mas estrellado de los cielos
Y tus pupilas, mis lunas

Cuando acabe el desierto
Descienda el mar
Cuando la nada diga nada

VII

Mientras se consume
El cigarro que ya no fumaré
Por escribirte las palabras
Te regalaré las últimas tristezas
Las últimas trizas de caricias
Los últimos caracoles del desierto

Mientras se me consume la vida
Te diré que las sirenas
Ya no van a la altamar

VIII
Y el caracol llego al desierto
Para dejarse morir
Lejos de la sal


IX

Inhalas
Exhalas
Inhalas
Exhalas

Así se te ha pasado la vida, amor
Así se te ha pasado el amor
Y te han pasado las caricias
que ha sepultado el tiempo con sus piedras

Sigues llenando tus pulmones
Con el viento frío
que viene del no-norte


Un te amo vuela con la brisa

X

Si vas a jurar en vano
Jura no volver
Da la media vuelta
Y pretende que todo nunca pasó












(No es que no te extrañe, es que me esta exterminando extrañarte tanto, tanto.)

4.10.08

Tu Boca (Fragmento de Rayuela, Julio Cortazar)

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujandola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mi para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio.

Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.