Pesan ya ocho años
de siluetas borrosas
y altaneras.
Pesan los gritos violentos,
y los recuerdos poco nitidos.
Pesa el ardor del asco insoportable,
pesan la mueca,
los dientes torcidos de la perversion,
y el silencio indiferente.
Pesa la carga de sus ojos,
sus manos sucias
y su olor a alma fétida.
Aterra el pasado tan presente,
que mece en letargo profundo
la ideologia infantilista.
(Silencio/llanto/silencio)
No me suicidé
Me mataron
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